
“There are men and gods, and beings like Pythagoras.”
Of himself, as quoted in A History of Western Philosophy (1945) by Bertrand Russell
Allí en Rangoon comprendí que los dioses
eran tan enemigos como Dios
del pobre ser humano.
Dioses
de alabastro tendidos
como ballenas blancas,
dioses dorados como las espigas,
dioses serpientes enroscados
al crimen de nacer,
budhas desnudos y elegantes
sonriendo en el coktail
de la vacía eternidad
como Cristo en su cruz horrible,
todos dispuestos a todo,
a imponernos su cielo,
todos con llagas o pistola
para comprar piedad o quemarnos la sangre,
dioses feroces del hombre
para esconder la cobardía,
y allí todo era así,
toda la tierra olía a cielo,
a mercadería celeste.
Religión en el Este (Religion in the East) from Memorial of Isla Negra [Memorial de Isla Negra] (1964), trans. by Anthony Kerrigan in Selected Poems by Pablo Neruda [Houghton Mifflin, 1990, ISBN 0-395-54418-1] (p. 463).
Allí en Rangoon comprendí que los dioses eran tan enemigos como Dios del pobre ser humano. Dioses de alabastro tendidos como ballenas blancas, dioses dorados como las espigas, dioses serpientes enroscados al crimen de nacer, budhas desnudos y elegantes sonriendo en el coktail de la vacía eternidad como Cristo en su cruz horrible, todos dispuestos a todo, a imponernos su cielo, todos con llagas o pistola para comprar piedad o quemarnos la sangre, dioses feroces del hombre para esconder la cobardía, y allí todo era así, toda la tierra olía a cielo, a mercadería celeste.
“There are men and gods, and beings like Pythagoras.”
Of himself, as quoted in A History of Western Philosophy (1945) by Bertrand Russell
Source: Dictionary of Burning Words of Brilliant Writers (1895), P. 605.
As quoted in His Brother's Blood: Speeches and Writings, 1838–64 https://books.google.com/books?id=qMEv8DNXVbIC&pg=PA177 (2004), edited by William Frederick Moore and Jane Ann Moore, p. 177
1850s, The Fanaticism of the Democratic Party (February 1859)
Religion Without God (1928). p. 90
Sermon (1899)
Letter to Governer Kuna von Kunstadt, as reported in William Roscoe Estep, The Anabaptist Story (1996), p. 133